A finales del siglo XIX el cortijo fue comprado al Marquéz de Greñina por Francisco Moriel (mi bisabuelo), lo hereda su hija Carmen Moriel, casada con Rafael García Hinojosa, la cual fallece y deja siete hijos, quedando como propietario Francisco García Moriel ( mi padre), uno de los hijos. En el 2006 los hijos decidimos restaurar el cortijo y dedicarlo a viviendas rurales, y aquí comienza nuestra historia. En las imágenes podéis observar el antes y después (1996 apróx.). Quizás el encanto rural ha sido sustituido por la comodidad, son muchos los recuerdos e historias que hay guardadas, ya en otra ocasión os contaré
No hay comentarios:
Publicar un comentario