Para mi gusto uno de los platos más exquisitos, necesita pocos ingredientes y supuestamente fácil de realizar aunque se nota mucho la mano del o de la cocinera. Solo necesitaremos: tomates naturales (en alguna restauración la encontramos con tomate de conserva), pan abundante , sal, aceite de oliva, algo de ajo, un chorreón de vinagre y hay quien le añade algo de pimiento verde .
El pan se debe empapar previamente, pero que quede bien escurrido, un truco, de mi madre, es dejar en un recipiente, la noche anterior el pan picado junto con el tomate y su jugo, éste servirá para empapar el pan y no necesitaremos agua. Otro tema es el pan, los más expertos como mi amigo José Luis elige un buen pan cateto. Pues bien todo a la batidora (la tradición es a mano con un mortero y echarle horas, todavía nos encontramos manos pacientes que la realizan así y sus resultados son excelentes). El resultado debe ser un producto espeso, para servirlo se puede acompañar de tacos de jamón, huevo duro, atún, incluso patatas fritas y los más exquisitos un poco de salmón.
Bueno vamos a quitarle el gluten, la opción es sustituir el pan por otro sin gluten, normalmente no es un buen pan. La sorpresa me viene cuando un día me dice Carmen si le noto algo extraño a la porra y estaba bastante buena. Pues me la pegó había sustituido el pan por patata cocida y el resultado es fabuloso y más fácil de batir.
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